Pero claro, a su manera. Cuando estamos sentados en el escritorio, Kika aparece sigilosa y comienza a roer las carpetas que están en los estantes más bajos de la librería. Si sigue así, sabrá leer en pocos meses! Mientras hay alguien en el estudio, ella se queda sentada muy atenta al sonido del teclado.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)

No hay comentarios:
Publicar un comentario